Cargando...

Quien cree que no pude cambiarse el pasado es que aún no ha comenzado a escribir su biografía…
Quien dijo esto seguramente desconocía el poder de la mente para transmutar, con su Energía la memoria psicológica. Nuestro presente es un reflejo de nuestra memoria del pasado.

Los hechos que día a día se han ido acumulando en nuestro inconsciente, y que han sido archivados por los sentimientos que los desencadenaron, van creando los caminos por los que ahora discurre nuestro presente. Desde el momento en que somos engendrados, y mucho antes, vamos registrando datos en el más grandioso de los ordenadores, nuestra memoria. De algunos somos conscientes, pero de la gran mayoría no lo somos. El conjunto de vivencias no recordadas da vida al inconsciente, que es el que nos va marcando las pautas de nuestra vida. Si, por ejemplo, durante nuestra infancia oímos constantemente que los niños no opinan, de adultos podemos tener un profundo miedo a manifestarnos, y lo que es peor si cabe, si no somos conscientes de donde surgió el problema, tenderemos a educar a nuestros hijos de la misma manera. Sabemos que la mayoría de los niños maltratados, de adultos se convierten en padres agresores. Y esto es así, porque desgraciadamente, seguimos las pautas de conducta que aprendimos en nuestra infancia, no solo las positivas, sino también las negativas. Si nos paramos a analizar nuestra vida, vemos que repetimos constantemente los mismos errores, sufrimos una y otra vez por las mismas causas y compulsivamente nos enfrentamos muchas veces a una misma problemática. Nuestra mente, nuestro inconsciente, mas concretamente, es el que nos hace repetir esas experiencias, el pasado inexistente (?) nos ata con sus experiencias dolorosas, negativas, y nos guía por caminos por los que no tendríamos que ir. Es necesario el recuerdo de esas experiencias para colocarlas en su justo lugar.

En ocasiones hay que buscarlas en la infancia del paciente, pero en otros casos el origen del conflicto se encuentra en recuerdos más remotos, el recuerdo es terapéutico en sí mismo, aunque a veces no basta con esto y es necesario recuperar el sentimiento del aquel momento que imprimiò de forma indeleble, ese acontecimiento en nuestro inconsciente. En otros casos, vemos que no basta ni con el recuerdo, ni con la rememoración del sentimiento que estuvo implicado, y es necesario cambiar toda la vivencia en sí, cambiar los diálogos que tuvieron lugar, cambiar los sentimientos y las relaciones que tuvo la persona en ese momento, y crear así nuevos caminos de manifestación.

El camino más fácil y rápido para poder recordar todo esto es la hipnosis consciente, con la que podemos volver al pasado y guiados por nuestro Yo Superior (el que habita en el Supraconsciente), recordar datos de nuestra memoria que ni siquiera sabíamos que existían. En este estado profundo de relajación, es la mente iluminada por el espíritu, la que gobierna. Ya no existe ni el tiempo ni el espacio. Podemos viajar hasta el pasado más remoto, y partiendo de un acontecimiento, saltar en el tiempo para ver lo que ocurrió antes y después, y así encontrar los hechos que en el prensente están causando en nosotros dolor o desarmonía. La consciencia se expande y se adquiere una visión más amplia de los acontecimientos, ayudando al consciente a comprender y colocar en su lugar la experiencia traumática. Cuando sabemos que somos dueños de nuestro presente y de nuestro futuro, cuando aprendemos a hacer consciente nuestro inconsciente, aprendemos a reescribir nuestra vida y utilizamos la memoria de manera positiva, nos sentimos realmente libres e inmortales.

  • portfolio